Biyografi

Hay que decirlo ya. Dejarlo claro desde un principio. Nacho Casado es uno de nuestros mejores artesanos folk pop, sí. Pero, además, está adquiriendo un grado de solidez en todo lo que hace, que no sería exagerado situarlo allí donde habitualmente colocamos a grandes nombres de fuera como Bart Davenport , Josh Rouse , Josh Ritter o Ron Sexsmith . En la liga de los infalibles. La de los grandes orfebres del folk pop. De los grandes maestros, las luminarias con que los medios hacen correr ríos de tinta. La modestia, la humildad, siempre han sido sus premisas. Es su forma clásica, artesanal, de ir haciendo las cosas, desde los tiempos en que se dio a conocer con La Familia del Árbol , su proyecto junto a su pareja, Pilar Guillén: un tándem que exhibía toda una estirpe de melodías sutiles, encantadoras, soleadas. No vale la pena no reconocer el talento, el estilo, la elegancia, cuando son evidentes. Sentimientos transparentes, sin trampa ni cartón, la emotividad a flor de piel y el cuidado para absorber los efluvios de la Bossa Nova y la herencia del mejor soft rock y del mejor folk pop. Sus canciones derraman humanidad y buen gusto, y te hacen pensar en mundos más acogedores que lo que ahora mismo nos rodea. Las canciones de Nacho Casado siguen siendo un antídoto contra la gris peripecia de nuestro día a día. Una nota de color que nos hace la vida mucho más bella. No dejan escapar este disco. Hagan el favor ... por Carlos Pérez de Ziriza / ElPais, Mondosonoro