Adiós, muchachos, compañeros de mi vida Barra querida de aquellos tiempos Me toca a mí hoy emprender la retirada Debo alejarme de mi buena muchachada Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno Contra el destino nadie la talla Se terminaron para mí todas las farras Mi cuerpo enfermo no resiste más Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos De los bellos momentos que antaño disfruté Cerquita de mi madre, santa viejita Y de mi noviecita que tanto idolatré ¿Se acuerdan que era hermosa? Más bella que una diosa Y que ebrio yo de amor, le di mi corazón Más el Señor, celoso de sus encantos Hundiéndome en el llanto me la llevó