Con el alma herida, casi derrotado Ancló mi esperanza en tu dulce amor Me diste un aliento que ya no aguardaba Mi vida lisiada por tanto dolor Todo mi tormento, se fue por encarto Y tu gran alivio fue mi salvación Entonces de nuevo vi al sol de mi vida Rehaciendo el coraje de mi corazón Un libro como hay tantos en la vida Se leía en mi errante rodar Desahuciado por la suerte Dando tumbos sin cesar Un libro de placer interminable De incesante sinsabor Salpicado en tus páginas de oro Por un lodo maldito y traidor