Caminaba por un camino De soledad y de olvido Tristeza de amores muertos Guardaba en mi pecho herido Y el dolor de un desencanto Por la senda iba conmigo Me detuvo tu voz lejana Y tu trágico suspiro Llegaron tus pasos leves Llegaron tus besos tibios Y después llegó la nieve De tu adiós sobre el camino Ya no estás, y tu ausencia Sin recuerdo que te nombra Y tu nombre es la angustia que al llamarte Se prolonga entre las sombras Esas sombras que te nombran En el eco de mi voz Ya no estás ni siquiera En la esperanza de una espera Ya no estás Corazón, ya no estás