La pelota de plástico por el aire rauda va El niño grita de alegría y el papá borra sus penas Y en la mente de Carlos Aquel recuerdo De ese juego Le provoca amor y odio No puede decir; te quiero Un auto negro sin patente se llevó a su gran arquero Carlos con sus ocho años olvidó decir; te quiero No sé bien dónde estará A través de esta carta, te cuento ya crecí Con un dolor en el alma, por no saber de ti Anoche se enteró que su padre fue lanzado A esas aguas saladas por los valientes soldados Carlos nunca comentó De su pena y su dolor, hundidos en su corazón Solitario fue a la costa y una carta le escribió La noche cayó de golpe y subió a una vieja lancha Y se internó en las aguas con un nudo en la garganta Enséñame a llorar, enséñame a vivir de nuevo Muy pronto seré padre y quiero decir; te quiero Aquí en medio del mar