A veces el silencio se convierte En una daga que te advierte Que lo mejor de ti se quiere ir sin ti Y tú esta vez has decidido no llevarme Te vas así sin avisar sin preguntarme Si lo mejor de mi eres tú Hoy encontré en el diario de tus ojos El crucigrama de tu alma Y no aparezco ahí, presiento que alguien más Júrame que no estás involucrada en este adiós Que te puedo dar la espalda sin temor Que un día la monotonía se acercó y nos mató Júrame que no escondes nada más tras el telón Que en la escena sólo estamos tú y yo Júrame que sólo fue cuestión de Dios y de los dos Sepultaré este amor en algún tiempo En ataúdes de momentos Y me reiré de ti, que me perdiste así Cuando el futuro, rompa el voto de silencio Ahí por fin verás en oro cuánto peso O mejor comienza a hablar de ti Júrame que no estás involucrada en este adiós Que te puedo dar la espalda sin temor Que un día la monotonía se acercó y nos mató Júrame que no escondes nada más tras el telón Que en la escena sólo estamos tú y yo Júrame que sólo fue cuestión de Dios y de los dos Júrame que no escondes nada más tras el telón Que en la escena sólo estamos tú y yo Júrame que sólo fue cuestión de Dios y de los dos Sepultaré la cruz de tu silencio En ataúdes de momentos