Después del sol estás tú, Más allá de mis inviernos estás tú, Un salto detrás de mi agua vives tú, Al fondo de mis paredes andas y desandas tú, Escarbando la hojarasca de las canciones que nazcan Entre marcas que la vida hoyó en mi ayer. Dentro de mis ojos tú, Entre mi luna y mi almohada danzas tú, El surtidor de mi verso siempre, siempre tú, El color a la belleza se lo enciendes tú. Las flores de la agonía abren sus pétalos al día Si a un costado de mis años pasas tú. Y yo me dejo crecer en ti. Llegué de lejos a tu raíz. Pan de nostalgia en llamas Que al fin respira amparos y ama si estás aquí. En mi primavera tú, Con mi angustia y mis alivios juegas tú, De sonrisa mis espejos siempre llenas tú, El suelo de la esperanza lo cimentas tú, Y las máscaras del alma se hacen viento, Se desarman, si la historia de mi ser la escribes tú.