Esta puerta se abrió para tu paso. Este piano tembló con tu canción. Esta mesa, este espejo y estos cuadros Guardan ecos del eco de tu voz. Es tan triste vivir entre recuerdos Cansa tanto escuchar ese rumor De la lluvia sutil que llora el tiempo Sobre aquello que quiso el corazón. No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, Ninguna con tu piel ni con tu voz. Tu piel, magnolia que mojó la luna. Tu voz, murmullo que entibió el amor. No habrá ninguna igual, todas murieron En el momento que dijiste adiós. Cuando quiero alejarme del pasado, Es inútil... me dice el corazón. Ese piano, esa mesa y esos cuadros Guardan ecos del eco de tu voz. En un álbum azul están los versos Que tu ausencia cubrió de soledad. Es la triste ceniza del recuerdo Nada más que ceniza, nada más No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, Ninguna con tu piel ni con tu voz. Tu piel, magnolia que mojó la luna. Tu voz, murmullo que entibió el amor. No habrá ninguna igual, todas murieron En el momento que dijiste adiós.