Voy a relatar el acontecimiento De una joven pálida y muy singular Que nomás del trágico estremecimiento Se quedó de estatua convertida en sal Tenía por docenas los admiradores Que le regalaban flores de un rosal "Yo no quiero flores, yo no quiero flores Yo quiero un silla y un caballo real" Le compraron silla de oro Le compraron un caballo "Yo no quiero este caballo Que ya no es caballo real" Le bajaron luego uno muy grandote Que no conocía todavía el bozal "Este si lo quiero, caballo padrote Métanlo de noche y en aquel corral" Pasaba las horas dándole silbidos Y lo fustigaba con risa fatal Jajaja Y era que de noche se oía el relinchido Y los resoplidos de aquel animal Por fin la joven tan necia Por fin se quiere casar Llega de blanco a la iglesia Con un charro de galán Sus enamorados muy entristecidos Se fueron colgando de un alto nogal Y ella se reía parada en la iglesia Vestida de blanco con risa fatal Jajaja Al charro morado ni lo conocían Era forastero en aquel lugar Quítese el sombrero todos le decían Que aunque sea muy macho se va usté' a casar Se quita el charro el sombrero Y ante el horror general Las crines se le salieron Y se puso a relinchar A patada limpia, del pálido cuello Se llevó a la joven dentro del corral Y nomás oíamos el grande resuello Y los resoplidos de aquel animal Fuimos a salvarla y hasta en automóvil Oyendo su risa cerca del rosal Y allí la encontramos pálida e inmóvil Toda humedecida convertida en sal Al caballo no lo hayamos Despareció del lugar Pero contentos estamos Que hoy tenemos mucha sal