Y levantarse de una cama donde nadie te acompaña...
13 años esperando, mirando adentro por tu calma...
Y caminando en una sala sin el piano de tu alma,
Una voz que ya no canta, me decanta y no me encanta
Mirarme solo en el espejo, veo todo gris, se va mi alma...
Eterna espera en ida y vuelta, ya no atormenta, no hay palabras.
Como un tatuaje ultravioleta, herida abierta desespera...
Y tu lágrima chorrea, un mar el mío y hoy se seca.
Porque palabras ya no cuentan, ya no me dicen, no me cantan
Esta historia de espirales y de silencios musicales...
Como la escala más perfecta, latían nuestros corazones,
Como un millón de sin sabores, explota el fuego con el agua...
Se abre la puerta de tu auto, y así fue nuestra despedida...
Y tú mirando el parabrisas, y yo andando por esa esquina,
Donde ambos pensamos "regresa"...
Y nadie quiso ser valiente...
El recuerdo no se va nunca,
Por mis ojos sigue esta lluvia...
Fuera de esta ruleta,
Ya está completa...
No hay sinsabor.
Son trece años, que son pasado,
Pero presentes siempre en tu voz...
Y terminar y no arrastrar,
Y no llorar ni respirar,
Y así cantar y perdonar,
Y sonreír y así abrazar,
Y no mirar y asimilar,
Y preguntar y responder,
Y así asfixiar y comenzar,
Y no sangrar y no matar...
Y renacer y nunca ahogar,
Y no dormir ni descansar,
Y aterrizar, dejar volar,
Y sumergir sin sollozar,
Y siempre hablar, no condenar,
No regresar pero observar,
Y va a llover, y va a quemar,
Y así te vas, y ya no estás...