La radio peruana no cumple su papel
En la difusión de la identidad de toda nuestra música,
Limitándose a pasar canciones antiguas
Sin cumplir el porcentaje que está en la ley.
Sin dial, sin aprobación.
Atascada en los ochentas sin renovación.
Sin señal, sin recordación...
Nuestras radios piden cambio en su programación...
Y el guapetón de la radio allí viene a salvarnos.
Él te pone y te impone y sólo cobra centavos
Multiplicados por miles para darte un espacio,
Que quizá no mereces pero tú puedes pagarlo.
Por encima de la ley, por encima de la corte,
No cumplen el porcentaje, ni fiscalizan su norte.
Como artista condenado a pagar una payola,
Siguen pasando música que escuchaba en Hola Yola.
Sin dial, sin aprobación.
Atascada en los ochentas sin renovación.
Sin señal, sin recordación...
Nuestras radios piden cambio en su programación...
10% de programación peruana en nuestra radio,
Al que le sacan la vuelta y viven autoregulando,
El guapetón es juez y parte, es un tremendo descarado,
Porque nadie fiscaliza y sus bolsillos va llenando.
Y el Estado? Bien gracias, aquí ignorando este problema.
Nuestra identidad peruana se construye con sus temas,
Educando a nuestro oyente con música de su tiempo,
Educando a nuestra gente y su historia ir escribiendo.
Con canciones que renuevan el momento en que vivimos,
Pero que la radio ignora por cuidar de sus bolsillos.
Un intento ya no es nada y el talento ya no basta,
Todo es un negocio sucio parecido a una subasta...
El guapetón te dice que tienes que estar en tele,
Ser famoso, escandaloso y luego de eso puedes verle
Para negociar tu espacio en su dial, sus condiciones,
Te contamos todo esto para que te decepciones...
Sin dial, sin aprobación.
Atascada en los ochentas sin renovación.
Sin señal, sin recordación...
Nuestras radios piden cambio en su programación...
El amor después del amor
Y treinta años después
Siguen las mariposas tecnicolor...
Todos los noventa congelados en esta habitación
Pero resguardamos un rincón para el reggaetón...
Suena Christian Meier y una de Gianmarco,
El momento cultural con Av. Larco...
Cien veces al día, toda la semana,
Seguimos cantando que mi auto es una rana...
Un país que se repite, hasta que vomite...
Ya no se marea y no hay nada que lo excite,
Viviendo del pasado, el futuro asegurado,
Son las mismas barrigas las que han engordado...
Al final, una generación,
Se pierde música en su tiempo, una decepción.
Inventar, una solución,
Nuevas leyes que la radio cumpla sin temor.
Un dial, con aprobación,
Nuevos temas que renueven su programación.
La señal, y su petición...
Que sonría al nuevo cambio, nuestro guapetón.