Niño, mi niño. Tus pies, son dos caracolitos Rosados de miel, Tus labios son rocios, Tu rostro una flor. Niño, tu sabes de Dios. Por eso cuando ries me miras, Desnudas mi alma, Sin piel me transportas A algún cielo en que ya estuve y volveré. Eh. Porque tu eres un niño, Te admiro cual sos. Santo, por que pecador? Y veo que la tierra y los mares Se agotan en manos humanas Y el aire se ennegrece y más criaturas Ya no habrán. No. Cuando crezcas comprende Mi niño también, Que si eres una especie tan mala y voraz, Puedes ser bueno y cuidar la belleza La naturaleza de los vivos que han amado Y siempre van a amar. Ahh. Niño, mi pan Salvador, Tu eres la esperanza.