Es la quincena y la nena tiene el vestido de reina ya sabe que está noche tiene que bajar bandera, mientras tanto comienza su deleite se derrite con perfume maquillaje y un labial que la estremece y como siempre su figura no le gusta por eso va al gimnasio antes de ir a la ducha es la envidia de muchas lo nota y lo disfruta como fruta prohibida irónica camina hacia la ducha recuerda a su padre por la cicatriz que le dejó en su tatuaje bajando por la espalda llegó tarde de una fiesta y con furia fue golpeada lloraba de la rabia la pequeña malcriada y dándose mejor vida, aunque lleve una sonrisa de aquel trauma no se olvida
Pero, así que asi la envidian por ser diosa de la belleza y esclava de la codicia su apartamento es grande como cheques que cobra sus perfumes son tan finos que vienen Europa tiene siempre abrigos y un cofre lleno de joyas si elegancia es tan pura que derrite coronas su mirada penetrante enamora hasta un espejo zapatos extra finos y armario extenso labial y cigarrillo con su bolso que es de cuero está lista en maquillaje preparado está su cuerpo.
El vestido rojo, ella lo escoge a su gusto, no es chica de muchos ella escoge a su antojo prefiere hombres cultos que parezcan de casa no importa la raza mientras no sean tan adultos, no quiere verse como chicas de burdeles, una reina vestida, tímida y rostro de mujer
Pero se esconde en una blusa con escote su pinta labios brilla pa la esperada noche, llega el coche que pidió hace un momento el taxi la recoge en su apartamento en el centro rumbo hacia la rumba en la penumbra cimarrón, por si las moscas guarda el revolver smith wesson
Es noche de concierto en el sitio de costumbre si el taxi se detiene no habrá quien la dislumbre
El tapete es largo rojo, igual que su vestido, abran paso a la dueña de la noche que ha venido es algo conocida reciben su abrigo todo hombre es congelado en un segundo de suspiros y con un cigarro muchos ceden el puesto, de nada sirve un caballero si no hay dinero con su olfato e instinto de madam sin miedo provoca hormonas en botellas para hombres sedientos, mira aquel hombre de la esquina con rosa en el pecho tu ya sabes sonríe bella aparenta algo de nervios, sin caricias ni fraseos sólo morbo y deseo, Y si tienes asco bajalo con wisky del añejo.
Un cuello blanco basta un empresario es la presa la chica de rojo de gancho ya está en su mesa, ya no es novata, ya es una reina. directo al grano el propone una suma, y un buen trago ella se ríe pues su tarifa es de alto rango, La realeza se lo exige, no escatimar en gastos
Lo que el padrastro le corrige y le exige
No puedes tener juguetes
Ya, es su desquite
Consigue novio temporal, bailar 2 piezas con el
Antes de salir del bar
Un carro blanco, blanco espera en la entrada
Y una cama de hotel, preparada con champagne
Duerme la noche y a un comienza la mañana
Él se encuentra un poco ebrio y ella un poco cansada
Con su mirada dice todo, espera que sea rápido
Salir, tratar de olvidarlo todo todo.
Pronto se acercan a la entrada
Lo nota un poco agresivo y ofensivo con palabras
Lo confirma, cuando la empuja hacia la cama
Ella cae fuerte y recibe una bofetada
Enfurecida, por no saber lo que pasa
Trata de salir corriendo y la golpea por la espalda
En su tatuaje, donde el padrastro la golpeaba
Enceguecida por el odio, la pequeña malcriada
De su bolso saca el revolver, muy poco piensa
Esos recuerdos de su infancia, están cobrando fuerza
Y más la aprieta, el borracho desprevenido
La reina de rojo aprieta con fuerza el gatillo.
En su delirio un millón de gotas, manchan su culpa
Una bala en la cabeza, calmo toda su furia
Más fue los segundos en jalar solo el gatillo
Que aquel hombre en dar su último respiro
Las voces en cabezas del amante asesinado
Prefiere devolver tiempo a que la hubiera matado
Coge el bolso y tacones, entre sus propias manos
El tiempo es algo corto, pero así paras un auto
Que acelere, y no pregunte nada
Pero es noticia y en la radio te dan algo de fama
El taxista te nota algo más que un poco nerviosa
Mientras se a orilla a un reten que, hace la zona
Se busca una asesina, acabo con empresario
Tu corazón palpita tanto que suena en el carro
Las machas de sangre que no salen, entre tus manos
Mientras un policía te dice, baja del auto…