Es menester que tu suerte se enfrente a ciertas condenas No se acabarán tus penas si es que vuelven a quererte Que no te encuentre la muerte y ya entre nardos y azucenas ¿Te acuerdas de aquella escena donde quedaron sin verte? Es menester que despiertes, que medio camino espera Que la senda es traicionera, sin cuerda puedes perderte Recuerda no llorar fuerte, ten tu orgullo por bandera Tú a lo tuyo porque hay fuera mentiras van a venderte Es menester que tus piernas mantengan su andar cansino Que las horas son eternas después de haber fracasado Que el día menos pensado vuelve a casa el peregrino Con su cara de vencido, enfermo, viejo y cansado Es menester que frustrado contemples tu triste sino No me cuentes la batalla, no estabas bien preparado Vaya golpe inoportuno, vaya giro del destino Miro si hay cajas de pino de tu talla en algún lado Hay una cosa que no has comprendido Pero es menester que te quedes dormido Nana, nanita, mi niño querido Que no viene el coco, que nunca se ha ido Tan solo de silencio y de rutina vive el loco Y es menester que el ruido no haga nido en su cabeza Ha vivido pendiente de imprudencias y sofocos No come y ya ni duerme porque es su naturaleza No levantéis la voz, no veis que el loco está dormido Cualquier leve sonido volverá a este loco cuerdo Que tiene un miedo atroz a recibir su merecido De nuevo estar perdido, desnudo frente al recuerdo Es menester que tu miedo no te sirva de frontera Que el acero que te espera no lo porta un aliado Respeta en fin lo pactado, cuida el modo y la manera Y procura que tu fiera se haya ya domesticado Es menester que tus ganas no sean ganas pasajeras Mira que hay quien desespera justo en el último tramo No me andaré por las ramas, me da a mí que no te enteras Que llevas la vida entera temiendo la voz del amo Hay una cosa que no has comprendido Pero es menester que te quedes dormido Nana, nanita, mi niño querido Que no viene el coco, que nunca se ha ido ♪ Hay una cosa que no has comprendido Pero es menester que te quedes dormido Nana, nanita, mi niño querido Que no viene el coco, que nunca se ha ido