Sentirás que no te lastima mi voz Cuando preguntes quien soy. Estas cuidándote de más del triste Destino que acecha nuestra paz así, Sin mas remedio que correr, Cruzando sin mirar los detalles del adiós, ¡Tan fina presencia! Se pudrió embriagado en dudas tu valor, Eso que tan bien hacías vos. Y no te arrepentís, la sangre en tu nariz No se va a limpiar sola (¡No esta vez!). Haces como que ves y se que no podés. Mentir así es muy cruel. ¡No merezco esta pena! No es lo mismo ser distinto a todos Que intentar abrir los ojos para ver. ¡Seré tu perdición! El temor es la consecuencia Del error que sacude tu timón. Y son las siete en tu reloj, no dejarás Dormir esa sensación de estar así. ¡Perdiendo el tiempo, bendito tiempo! No queda nada más servido en la mesa.