Pidió un hígado al revés, y se cayó del miedo, No frenó en el aviso y se derritió. Una vez en el "Barrilito" su orgullo arrinconó, Miraba todo de costado y cuidaba a su algodón. A partir de varios socavones, su nariz reventó, Comenzó a entender las reglas de las miserias del amor. Por si acaso se accidenta, necesita un grabador, Porque sabe que su memoria es muy frágil al dolor... "Ahí estás, flaco ñatito, Ahí te vas a quedar; escuchando el rugido de tu estómago vital". Frenético y sentimental, se regala al amor, Para que después se inflamen sus palabras. Repite tantas cosas, Para asegurarse su opinión, su timidez la envuelve en suspiros... Por si acaso se accidenta, necesita un grabador, Porque sabe que su memoria es muy frágil al dolor. "Ahí estás, flaco ñatito, Ahí te vas a quedar; escuchando el rugido de tu estómago vital".