Pensaron que lo habían atrapado Que lo habían acorralado, asesinado y enterrado. Pero su sangre soportó siglos de maltrato Nunca aceptó la derrota como destino. Cuando se aprende a caminar peleando No se sabe vivir si no es luchando Aún corre la rabia por sus venas abiertas. Sus piernas aún corren por los campos Su corazón late más fuerte que nunca Cuando luchas por tu pueblo, por tu gente Y eres hijo de la tierra, no te pueden dar muerte. Aún corre la rabia por sus venas abiertas.