Habló la madre así triste y llorosa Hijo, cuando me lleven a la fosa Y ya por siempre deje yo de verte Te encargo no me llores en tu llanto Brote de tu dolor y tu quebranto Puede talvez hacer que me despierte Que de las madres el cariño santo No lo apaga ni el soplo de la muerte Poco tiempo después el pobre hijo A su madre enterraba Y así se consumaba Lo que ella misma cierta vez Cierta vez predijo Y ante su tumba abierta Llorándole a torrentes le decía No he cumplido tu encargo Tu encargo madre mía Madre del corazón Oye, despierta