Y un día sin ti, es como castigarme.
Parece que no lo entiendas;
Que sin ti, el final se me acerca.
Se me cierran las puertas,
Se me apaga el color, piso mierda.
Y un día más, es como avergonzarme;
Como no cumplir mi promesa, sin dejarla impurezas de lastre.
Se consumen las velas;
Por esta vez, dejaré de agobiarte.
Pero sí no se te ocurre nada podríamos ir al valle,
Aquél que tu mirada me causa una cosita en mi corazón, en mi corazón.
No me dejes hoy, déjame mañana.
Pero que no me preguntes nada.
Deja que te mire, perderme en tu espalda;
Sentir una cosita dentro de mí, dentro de mí.
Pa mí, que no saldrá. Y una vez más, me voy sin escucharte.
Rendido ante la impotencia, cuando asoma mi vida sin cuerdas.
Sólo rompecabezas de pánfilos trapecistas sin cuerdas.
Déjale entrar; que quiere volver a verte,
Aquél tipo intransigente que se hace cargo del miedo en tambores.
Tambores de detergente,
Pa que se duerma, un poquito, al tenerte.
Pero sí no se te ocurre nada podríamos ir al valle,
Aquél que tu mirada me causa una cosita en mi corazón, en mi corazón.
No me dejes hoy, déjame mañana.
Pero sí no se te ocurre nada...
Deja que te mire, perderme en tu espalda;
Sentir una cosita dentro de mí, dentro de mí.
Pa mí, que no saldrá. Pero sí no se te ocurre nada...
Deja que te mire, perderme en tu espalda;
Sentir una cosita dentro de mí, dentro de mí.
Pa mí, que no saldrá.