Aún recuerdo el verano Que rompiste mi escudo Derribando sin verbos Todos mis motivos Y en el infinito del tiempo perdido Y en el ostracismo que abarca el olvido Nos dimos un beso sin boca Rompiendo el silencio De las mariposas Hiciste al otoño en tu pelo Llenarse de pétalos Como si estuviera mi cuerpo En tus manos, lo quiera o no Y ahora todos los pájaros Cantan tu canción cuando amanece Persiguiendo tu rastro Todas mis frases se te parecen Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos Por el camino Ya respiramos juntos ese aire No recuerdo el sitio ni el motivo El mar que se escapaba de tu boca Hoy desemboca entre las frases que te escribo Invierno, fuera de nuestros cuerpos Gritando en silencio, se esfumó el aliento Perdido entre los personajes de los cuentos No estoy mintiendo, no estas mintiendo Alguien nos escribió en alguna parte Alguien pensó que seriamos uña y carne Alguien trazó estas líneas sobre el lienzo de nuestras vidas Dejando que el dolor nos llevara por el mismo camino sin salida Tan perdida como decidida, si yo olvido tu olvidas Y desde entonces, nuestras lágrimas quedaron correspondidas Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino Y desde entonces Nada es lo mismo Hicimos del amor Un laberinto Como si tú y yo Fuéramos hijos De un dios que se murió Por el camino