Barcos obreros en un barrio pesquero La esperanza pendiente de un hilo nunca mejor dicho Del barrio al nicho, dulce precipicio Donde las niñas ya son hombres el día que las han parido Besos prohibidos, el riesgo prometido Escapándose por las ventanas cuando están dormidos Cerveza, cigarrillo En la frontera del desahucio Hay 12 hombres sin piedad en la comisaría de al lado Cansado de este pueblo sin expectativas Aquí no queda ninguna virgen pero las llevan en el cuello El cura solo te bendice si le das 100 euros Podéis llamarme Hannibal En el silencio de los borregos Veneno, capitán Veneno Soy un sospechoso habitual aunque no soy Benicio No aprendes a volar si temes al precipicio Si tienes miedo de perderlo es que ya lo has perdido Siendo demasiado sincero parecerás falso En mi cabeza hay tanta guerra me llaman Alemania Como Cuarón voy del universo al barrio Cavé dos tumbas y al final enterré el hacha Vivo En mi mundo paralelo, como en Canino Si no me importa que me odies es porque he comprendido Que ningún mediocre tuvo nunca un enemigo Vi a una puta en la esquina vigilando que vengan los malos Al final vino un secreta y ella le ofreció un cigarro El le dijo súbete, tranquila que aquí estás a salvo Si me das lo que vendías, por un silencio te lo cambio Ella pensó si este es así ¿Como coño son los que ha encerrado? La libertad es un juguete que se te ha caído de las manos Nunca sabrás lo que duele hasta que no mires abajo Aún recuerdo la mirada, pero no recuerdo los ojos Tenía el alma abarrotada el día que me sentí más solo Como una Isolda que llora a Tristán pero se busca a otro La venganza se sirve bien fría como una pelea en la morgue Quizá por eso la verdad solo sirva en caliente La mitad del cielo que tú ves se ha ido para siempre Melancholia tapando a Antares, tú ya sabes lo que viene Como Jacques Spiesser en un ático en París Puedes olvidar la muerte, pero ella no se olvidará de ti Me siento incomprendido como Van Gogh Ese cabrón no perdió la oreja pa que exista tu grupo de mierda Respeta al inteligente es la única regla de la selva.