Sé que no hubo elección,
Sé que nunca pediste saber de un desvelo,
Nunca fue mi intención donarte un despertar y robarte un sueño.
Culpa es de mi reloj que nunca de los nuncas va de acuerdo al tuyo,
La culpa es de este son, corazón, que amanece antes que los murmullos. Te digo...
Mientras no digas nada,
Mientras no pase nada,
Mientras no hagas nada
Seré tu amanecer,
Seré tu madrugada.
Mientras no digas nada,
Mientras no pase nada,
Mientras no hagas nada
Seré tu amanecer,
Seré tu madrugada.
Anda vuelve a fingir,
Dime que no hay problema que te limite,
Vuelve a darme las gracias mi bien,
Que sea yo quien te resucite.
No dejes de contestar y te regalaré un país,
No dejes de contestar y me reconstruiré por ti,
Tu voz me dice aquí cuando menos ya somos dos,
No dejes de contestar y te regalaré un son...
Dímelo a la cara, ven y dímelo,
Dímelo a la cara, ven y dímelo,
Dímelo... A la cara.
Mientras no digas nada el sol saldrá a pasear en tu mirada
Y ella será tan solo un reflejo de tu almohada,
Esclavo perpetuo; naufrago de madrugada...
Tu silencio será el arrecife que te encalla,
Solo te digo dímelo, dímelo a la cara
Ven y dímelo, que la muerte navega muy cerca de aquí, sin saberlo matarás esta voz que hoy viene por ti...
Mientras no digas nada,
Mientras no pase nada,
Mientras no hagas
Nada seré tu amanecer,
Seré tu madrugada.
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