Cuando nació, fue bautizada "cumbia renga". Si te fijás, le falta un tiempo a un compás. Y es ese tiempo, sin lugar a dudas el culpable De que no la pasen en el Fantástico bailable. ¡Renga, renga, ay qué difícil es cantarte! ¡Renga, renga!, por lo menos sos original. Quise saber si con esta obra de mi autoría Podía esperar alguna proyección comercial. Y el productor, un gran entendido en la materia, Me dijo "Muchacho, esto muy bien no va a caminar." ¡Renga, renga, ay qué difícil es cantarte! ¡Renga, renga, ay quién te pudiera bailar! ¡Renga, ay renga, qué difícil es tocarte! Renga, renga, por lo menos sos original.