La gota es una silaba de vida, Un pespunte de agua, Sobre lo inconmovible de la piedra, Que no siente, ni ama, Que ni llora, ni canta. La gota es hija de la paciencia Sabedora en constancia. Su huella quedará en la roca Mientras el agua siga siendo el agua Apenas perceptible el tilde de la gota, Que conmueve al granito en su estallido Dejará sobre el pecho petreo Un corazón tenaz con su latido. La gota contradice lo imposible, desmiente lo inmóvil. Y yo no se en que siglo, ni en que año, ni que día, ni a que hora. Pero mientras el agua siga siendo el agua La gota traspasará la piedra.