Pronto las armas abrieron fuego, El hombre cubierto con mantos de hierro: Vimos las bombas y los estallidos, Casas, escuelas, iglesias, triciclos. Vimos los niños, vimos la sangre... Intenté atrapar la arena con una mano, Busqué detener lo que no había iniciado. No hubo ocasión de respirar, Ni de respetar su aniversario. ¡Soledad! ¡Metal! ¡Y disparos! Sostuve sus deseos entre mis brazos (El cielo abierto), Asimilé su peso, recordé el daño (Y la opresión en mi mente). Mientras sus ojos verdes se desvanecían (Es encierro constante), Mis manos rogaban enrojecidas: ¿Qué es lo que debe pasar? ¿Qué es lo que debe suceder? Para que podamos vivir en paz. Que el precio fuera lo suficiente, "El pago del hombre", "el ritmo del mundo"... Cabezas al suelo, codos a tierra, Alambres de púas y barricadas. Mi madre tejiendo esta fría pechera, Imaginándose héroes y villanos... Si sólo supiera que todo es en vano, Apuramos el tranco, cubrimos las huellas, Me estallan los sesos, golpeo la acera. ¿Qué es lo que debe pasar? ¿Qué es lo que debe suceder? Para que podamos vivir en paz. La primera loma fue la más verde, También lo último que quise contarte.