Dame un abrazo, hermano, si tú ya no matas. Dale agua helada a la lengua mustia. Fin del asalto, para esta batalla. Iza la bandera, que solo sea una. De brazos cruzados ante quien ordena, Badajo de verbos a quien el arma empuña, Arena en los ojos a quien no condena, Bota de cristal para quien tiene dudas. Los ojos abiertos pendientes de un sueño, Versos como salmos, antes de las doce. Que no encuentren zapato los amos del fuego, Que a todas las balas se les haga de noche. Que doce campanadas sean año nuevo, Que todas las heridas cierren sin reproche. Burbujas de paz cayendo del cielo: Que todas las guerras se ahoguen en ponche. Me pongo de pie ante aquel que claudica. Pedazo de aplauso para ese no a la guerra. Terrón de azúcar y no dinamita, Que ramos de flores armen las fronteras. Los ojos abiertos pendientes de un sueño, Versos como salmos, antes de las doce. Que no encuentren zapato los amos del fuego, Que a todas las balas se les haga de noche. Los ojos abiertos pendientes de un sueño, Versos como salmos, antes de las doce. Que no encuentren zapato los amos del fuego, Que a todas las balas se les haga de noche. Que a todas las balas se les haga de noche. Que a todas las balas se les haga de noche. Que a todas las balas se les haga de noche.