No soy yo, la que hace crecer tu alegría.
Y ocupa en tu vida un lugar especial.
No soy yo, la que te hace soñar con la luna.
Y ver en la lluvia gotas de cristal.
No soy yo, esa quien tú le dices tu dueña.
Tú eres la leña que yo aguarde.
Y que buscas, cuando sientes ganas.
De alguien que te haga sentir de verdad.
Dueña de ti ¿Dueña de qué? Dueña de nada.
Un maniquí que hace temblar tu piel sin alma.
Dueña del aire y del reflejo.
De la luna sobre el agua.
Dueña de ti ¿Dueña de qué? Dueña de nada.
Un maniquí que hace temblar tu piel sin alma.
Dueña del aire y del reflejo.
De la luna sobre el agua.
DUEÑA DE NADA.
Dueña de nada.
No soy yo, la que siempre comparte tu vida.
Tus penas y risas y tu realidad.
No soy yo, la que pasa las noches en vela.
Cuando la tristeza perturba tu hogar.
No soy yo, esa quien tú le dices tu dueña.
Tú eres la leña que yo aguarde.
Y que buscas, cuando sientes ganas.
De alguien que te haga sentir de verdad.
Dueña de ti ¿Dueña de qué? Dueña de nada.
Un maniquí que hace temblar tu piel sin alma.
Dueña del aire y del reflejo.
De la luna sobre el agua.
Dueña de ti ¿Dueña de qué? Dueña de nada.
Un maniquí que hace temblar tu piel sin alma.
Dueña del aire y del reflejo.
De la luna sobre el agua.
Dueña de nada.
Dueña de nada.
Dueña de nada.
Dueña de nada.
Dueña de nada.