Se buscan mercenarios con la herida expuesta, Extraños en todas las tierras, Dispuestos a caer rendidos Para crear una segunda prueba. Adictos al cambiar y al que "no" ya le tienen, A ajustar todos los días según te vienen, A mover montañas, a borrar fronteras. Nada de pistolas, nada de metralletas. Nada de pactar histéricas normas de guerra. Y conquistar los días con el humo de tus noches Y sus papeles rotos. La ciencia trajo avance, pisadas en la luna Y páramos yermos de conciencia. El amor se vende en las esquinas. Hoy necesitamos la fuerza y el coraje, El plomo de los pies de seda. Las uvas de la ira, esculpidas y talladas, En todas las aceras. Ojos que sepan hablar, manos que entiendan. Lazos que quieran cerrar heridas abiertas. Y que lean en nuestras losas que, sin valor, No se cambian las cosas. Parar los tanques Solo con tu presencia Y no mirar para otro lado. Tener paciencia Y no quemar más leña En este duelo a garrotazos. Para cambiar el mundo Levantemos el pie del acelerador. Sólo quedamos un par de extraños En este mundo sin valor. No sin valor, no sin valor... No sin valor... No sin valor, no sin valor... No sin valor...