Contemplé por última vez esa llanura Y ahí, rodeada del más profundo de los vacíos No sentí tristeza Por un momento pensé que no sentía nada Y casi tuve que cerrar un poco los ojos Y mirar desenfocando todo lo posible Esperando que el paisaje se tornara Un viejo camino conocido lleno de piedras Que un día arreglaron, en el que ya no tropiezas Pero que, sin embargo, asfaltado Ha perdido absolutamente todo su encanto Al cerrar la puerta, nada de eso salió conmigo Las fotos frente aquella pintada (dentro) La sensación de haber creado una familia (dentro) El echar de menos, el dejar de chuparle los dedos (dentro) La agonía por no verle (dentro) La paz de sentirme sola (dentro) Dentro, los post-its, la radio a las ocho (dentro) Los pies arrastrándose (dentro) Los besos rotos, los imanes de los viajes exóticos (dentro) La vitrina llena de recuerdos que ahora no quiero Luego, me temblaba el pulso Cuando le dije a mi portera que Dejara de contarle mi vida a los vecinos Cuando ella lo negó todo, supe que mentía Me sentí bien Entiendo que sea divertido hablar de mí Comentar si tengo muchos o pocos amigos Imaginar cómo follo y con cuántos Pensar en toda la mierda que tengo que aguantar En cómo cambio si no estoy maquillada Que a las ocho de la mañana con el moño parezco otra Me recordará cómo fue una buena portera Y yo cómo fui una buena persona Y que ella no me contó las cosas que decían los vecinos de mí Esos que no se quejaban de mí Esos con los que nunca habló mal de mí Pero al cruzar la puerta nada de eso salió conmigo El abrazo falso y sus mentiras a la cara (dentro) Las voces que me decían que me había llamado puta Sus ojos de loca cuando me imitaba (dentro) El olor a azufre emanando de mis venas (dentro) El sentirme hundida y victoriosa (dentro) Las ganas de una ducha que arrancara la lucha del cuerpo Lo peor fue concentrar tanta ira dentro de mí Que acabó frente a la mejor lasaña del barrio Mientras pensaba que era el mundo el que me odiaba Aunque era yo la que estaba deseando aniquilarlo Y con las ganas de esa ducha que me Quitara el olor de la lucha del cuerpo Empecé a llorar con tanta rabia que los ojos se me quedaron hinchados Como si no hubiesen podido salir del todo las lágrimas Y solo entonces me di cuenta De que le había dicho adiós a un lugar Sin haberlo sentido así nunca Y como cerré la puerta y dejé las llaves dentro También dentro