Mientras me secaba la última lágrima Con la camiseta que llevaba puesta desde ayer Pensaba que estaba cansada Que todo lo aprendido no era para mí Por más que lo intentaba, nunca lo lograba Los viejos mecanismos siempre están ahí ♪ No importarán la fama, el poder Ni tu ciudad, la edad o la fe No importarán la fama, el poder Ni tu ciudad, la edad o la fe Siento que se han acostumbrado a escuchar nuestra historia Ya no les importa, no tiene ningún valor Seguimos rezando, pidiendo ayuda y nadie mira a su alrededor Ahora lloramos a solas Cuando la hostia que recibimos no es el cuerpo de Dios ♪ No importarán la fama, el poder Ni tu ciudad, la edad o la fe No importarán la fama, el poder Ni tu ciudad, la edad o la fe El crujir de una mejilla Siempre duele igual Al partirse tus caderas Siempre duele igual