Cuando estés en líos por tu bien o por tu mal, ¡dame un silbidito! ¡Dame un silbidito! Y si no puediera dominar la tentación, ¡dame un silbidito! ¡Dame un silbidito! No olvides de silbar, No hace falta soplar. Y al no poder silbar, grita: ¿Pepito Grillo? ¡Eso! Si te estás portando y te tentara el mal, ¡dame un silbidito! ¡Dame un silbidito! Y siempre tu conciencia mandará. Si te estás portando y te tentara el mal, ¡dame un silbidito! ¡Dame un silbidito! Y siempre tu conciencia mandará. Y siempre tu conciencia mandará.