Se desprendió del aire, color de chacarera, Y se plantó en mi suelo el grito de esta tierra. Aquí mi pueblo tiene, en su naturaleza, La identidad del canto envuelta en sus leyendas. De bombo en bombo viaja, de parche en parche llega, Desde un lamento triste, hasta quitar tus penas. Desde la voz del hombre, rompiendo las fronteras, Enardeciendo el cielo, canta mi chacarera. No sé qué tiene el fruto bendito de esta siembra, Porque me da cantores como da flor la tierra. Viajando por mi sangre, corriendo por mis venas, Viene la luz del canto con su guitarra eterna. Cantando solamente, yo he de vivir cantando, Y así, la luz de mi alma perdurará en los años. Desde la voz del hombre, rompiendo las fronteras, Enardeciendo el cielo, canta mi chacarera.