Oh Jesús de dulcisima memoria Que nos das la alegría verdadera Más que miel y que toda otra cosa Nos infunde dulzura tu presencia. No habrá canto más suave al oído Ni que grato resulte al escucharlo Ni tan dulce para ser recordado Como tú oh Jesús el hijo amado. En Jesús se confía el que sufre Que piadoso, te muestras al que ruega Que bondad en ti encuentra el que te busca Y que dichoso será el que te encuentra. No habrá lengua que pueda expresarlo Ni palabra que pueda traducirlo Pues tan sólo el que lo ha experimentado Es capaz de saber lo que es amarlo. Se Jesús nuestro gozo anticipado Tu que un día serás también el premio Y haz que sólo se cifre nuestra gloria En la tuya sin límite y sin tiempo.