La leyenda del salau (abel ivroud) Ahí tiene sobre el fogón ese mate échele yerba, En mi rancho se conserva algo de la tradición Dele un soplido al tizón que dure el agua caliente Ponga leña suficiente, ahí tiene un tarro d grasa Que en cuanto se hagan las brasas, pondremos algo para el diente Acaricie ese porrón de ginebra marca llave, Valla tratándolo suave que nos aguante el tirón En cuanto la cerrazón medio se haya despejau Después de echar un bocau le meteremos los cueros Ud. póngale al overo yo le pondré al colorau Sabe don que la neblina se ha extendido con grandeza Y se ha puesto más espesa que el humo de la cocina Ud. lleve la madrina, yo atracare los baguales Al pasar los totorales se abre un claro en el arroyo Donde le llaman los criollos el paso de los juncales Largue la yegua nomas que si el agua bordea la orilla Por detrás de la tropilla los pingos harán coraje Reserve el poncho pal viaje y apriete fuerte el sombrero Y dele rienda al overo que se acerque al colorau Mi flete es como pesca pa las aguas aparcero Sabe que estaba crecido por suerte sin correntada Son aguas de las cañadas por lo tanto que ha llovido Si no lo dejo al olvido ud. trae ese porrón Bebamos con discreción para irnos calentando Y ahora entremos galopando se ha ido la cerrazón Adrián sosa y justo agüero con rumbo pal saladillo Van cruzando los cerrillos de los campos del terrero Los criollos de sello entero capaces de cualquier cosa Que si valiente era sosa, también lo era el gaucho justo Capaz de peliar por gusto con la mazorca de rosas Muchas leguas galopearon a lo largo de aquel día Y otras tantas faltarían a donde nunca llegaron Era de noche y toparon al viejo rio salau Que estaba de lao a lao sin bajadas ni barrancas Y hasta los pasto arranca cuando se alza encorrentau Si es bravo el zamborondón que tanta gente ah llevau El viejo rio de salau tiene entrañas de dragón Pero la gran decisión de los gauchos argentinos Por adelantar camino y por ser demás valiente Se los llevo la corriente con triste y fatal destino Cuenta después un baquiano botero de esa pasada Y que tiene la morada en un barrancón cercano Que sintió gritos humanos que venían del salau Y con un tono apurau que debía ser de agüero Que decía "atraque el overo cerquita de mi colorau" Tristeza y desolación, angustia, temor y pena Causa la terrible escena de la desesperación Y al cerrarse la oración que el cielo en estrella brilla Dicen que de orilla a orilla cada vez que esta crecido Se sienten tristes sonidos de un cencerro sin tropilla Algunos con devoción en el nombre de jesús Han colocado una cruz junto al pie de un albardón Bien cabe la presunción que duermen en una fosa Hay una planta frondosa de respetable espinillo Memoria de los cerrillos De don juan manuel de rosas