Madre vengo perseguido me juido del regimiento,
Hijo que en este aposento hay un hueco como un nido,
Tu abuelo estuvo escondido hasta que Rosas cayó,
Cuando el mozo se ocultó ajuera se olló un tropel,
Y como en la casa de el un sargento penetró,
Capitán dijo un sargento algo no lo entiendo aquí
Yo corriendo entrar lo vi a Juancho en el aposento,
Entre tras el al momento y el pájaro había
Volau
Tuito el rancho e registrao y ni rastro allé siquiera,
Tampoco ah salido ajuera porque el rancho está rodeao,
Señora vamos a ver a donde se oculta su hijo,
Aquí hay algún escondrijo y usted lo debe saber,
No se niegue a responder porque si lo niega es pior,
No me haga orar con rigor porque téngalo por cierto,
Que del rancho vivo o muerto me llevaré al desertor,
No se ni eh visto ni entiendo esa actitud tan rara,
Usted miente y en su cara mis ojos le están leyendo,
Sus labios están diciendo por más que quiera ocultar
Lo acaban de confesar sus palabras intranquilas,
La descubren sus pupilas que empiezan a lagrimear,
Si el sargento lo ah corrido hasta la puerta del rancho,
Y cuando el entro ya Juancho había desaparecido,
Y si ah entrado y no ha salido no me podrá desmentir,
Que en verdad debe existir en el rancho un escondrijo,
Y es donde se oculta su hijo y lo voy a descubrir,
Sargento está demostrao que en el rancho hay una trampa,
Y en ella como una estampa el desertor se ah ocultado,
El hombre está emparedao ah entrao por algún boquete,
Vaya hundiendo el machete entre las pajas del rancho,
Apostaría a que Juancho se oculta en el mojinete,
Se me ocurre algo mejor aunque le parezca cruel,
Ate con este cordel la madre del desertor ajustela sin temor y
Apuremos los asuntos al rancho a los
4 puntos priendan juego hasta el alero,
Pa que aparezca el matrero o de quemen los 2 juntos.
Alto cobarde ah de ser el que ansina sacrifica a
Una madre que suplica con todo el dolor del ser,
Ansina te quiere ver has tenido que salir,
Pero no me eh de rendir aunque la muertes se cuadre,
Por ser libre y por mi madre estoy dispuesto a morir,
Yo se que la madre tierra a naides pide defensa,
La tierra no pide ofensa la tierra no pide guerra,
Orejano en esta yerra la marca no es para
Mi, si mi vida decidí en el momento oportuno,
No le daré por ninguno pero por mi madre si,
Como un tigre enfurecido cargo contra sobre el
Capitán y a su empuje de titán rodó mortalmente herido,
Un estruendoso estampido de carabina se olló,
Y de unos labios partió esta palabra hijo mío,
Y en gesto de desafío el desertor tambaleo,
Con una mano en el pecho se agachó y quedo en cucliyas,
Después cayó de rodillas sin expresar un despecho,
Luego arrastrándose un trecho hasta la madre llegó,
Como pudo desató a la pobrecita anciana,
Besó su cabeza cana y en sus brazos murió,
Todos llevaron de allí la expresión clara y
Sentida, por naides dare la vida pero por mi madre si,
Yo también siento entre mi esa palabra de amor,
Ojalá que con ardor surgieran de cada rancho
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