Dicen que viajaba a Salta En el tren que llega a San Ramón de Orán El que viene de Formosa Trayendo gente hasta Pirané. Iba sumido en sus pensamientos El hombre joven, el doctor aquel. En Estanislao del Campo Sintió el llamado y bajó al andén Y bajó al andén, Sin saber por quién. Ella alumbraba, ella solita Dolor de vida alumbrándose. El doctor con su pericia Tocó su vientre y nació un bebé Y nació un niño, un niño hermoso Un niño indio y el tren se fue. Y el tren se fue, dejándole, Dejándole en el andén Y el tren se fue, dejándole Un Cristo solo en el andén. "El Aníbal me decía, mirá... mirá che Un par de libros, hojas de yerba Un microscopio viejo, decime che ¡pucha que rico en voluntad era este hombre! Fijate vos, fijate che, con pocas cosas Hizo tanto bien, Y yo recordé a Filipa que allá en Formosa Me decía él... Don Maradona un santo Un Cristo nuestro, cantale che Pa' que los niños de nuestra patria Sepan que hay hombres nobles, Humildes, buenos ejemplos para seguir... Y yo me digo, creo que el destino Sabe adónde, por qué y por quién Se detiene el tren ". Esto me contó Venancio El Intendente de Estanislao Y Los Menchos que tocaban Chamamé maceta y vea usted. Y el tren se fue, dejándole Un Cristo solo en el andén. Letra y música: Daniel Altamirano.