Las nubes danzando, platican que cuando, me llegue el momento de ya no existir, dejar en mi cuerpo, bailando contento, somrriendo, ya muerto, sin poder sentir. Entonces contesto que yo no detesto tener el funesto placer de vivir. Pero aunque te asombre, repudie aquel nombre, llamado, el hombre, esa fiera letal. Me causa una angustia ver mi tierra mustia, anciana, marchita, estéril, mortal. Del cielo sin brillo, mas crees que un castillo sin sol, sin luna, sin azul de mar. Entonces concluyo, lo grito y murmullo, el peor pecado de dios es pensar.