En su celda no se siente enfermo. Con la soledad se mantiene cuerdo. Sin formulismos ni inquisidores Cuando olvidar es un esfuerzo. Alta y fría surge la ventana, Ve filtrar la luz que permite el alba. Vuelve el recuerdo del horizonte Y ahoga el grito con la almohada. Con la calma del presentimiento Sabe lo que harán en su fuero interno. Sostiene el nombre de sus hazañas Y caen las horas de su infierno.