En medio del desorden, Con tu voz, todo tomo su lugar. Con un soplo tuyo, puro amor, Que hace al barro andar. Le diste voz y un nombre, Pusiste el mundo ante el Hombre, Y, un Día apartaste para tú y él, Encontrarse y conocerse más Y, compañera hiciste por su soledad. Fuiste componiendo La Melodía del Edén. Tus ojos brillaban Al ver tu hermosa creación, Pero fue engañado, por el Mal, Y de ti se apartó. Fue del Jardín desterrado, Pero nunca olvidado. Y, a tu Hijo enviaste a morir por él, A salvar (a salvar) y rescatar (rescatar) del Mal Y, por los siglos de tus seres sonaran La inigualable Melodía. Y, a tu Hijo enviaste a morir por él A salvar y rescatar del Mal. Y, por los siglos de tus seres sonaran La inigualable Melodía del Edén (del Edén). En medio del desorden con tu voz Todo tomó su... lugar.