Le dio a su infancia el último abrazo de corazón Nadie le vio ni el polvo al subir a su primer camión La calle desde la ventana parecía una fácil situación La rama caía y nadie le decía que es de a solapa el vacilón La caravana dio un cigarro y mucho alcohol La fiel Luisita un tatoo eterno y acostón El poeta un secreto, el barman un seco y un retrato del pintor La carne está en el fuego y el espejo, del otro lado ya murió Siempre con respeto en los viejos pueblos se movió Era un fantasma para nada muerto, era el color del rocanrol Se pasó de cantina, se fue a la vecina hasta llegar al corazón Del mundo entero, del rico veneno y hasta del puto favor Que dan los eneros Parado en la condena aprieta los puños al recordar Que la carretera es para los sucios y él tenía que acomodar La compañía o la solitaria satisfacción que siente al cantar La huida o el desatino de pertenecer siempre al mismo lugar Las piernas del alcohol y el vicio a la purulencia del bienestar La huida o el desatino de pertenecer siempre al mismo lugar Sin nada de bueno