La vi llegar Caricia de su mano breve La vi llegar Alondra que azotó la nieve Tu amor, pude decirle, se funde en el misterio De un tango acariciante que gime por los dos Y el bandoneón Rezongo amargo en el olvido Lloró su voz Que se quebró en la densa bruma Y en la desesperanza, tan cruel como ninguna La vi partir, sin la palabra del adiós Era mi mundo de ilusión, lo supo el corazón Que aún recuerda siempre su extravío Era mi mundo de ilusión y se perdió de mí Sumándome en la noche del dolor Hay un fantasma en la noche interminable Hay un fantasma que ronda en mi silencio Es el recuerdo de su voz, latir de su canción La noche de su olvido y su rencor Y en este desencanto brutal que me condena La vi partir, sin la palabra del adiós