Dos ojos cerrados pueden ser una señal funesta del destino Si apoyada sobre el dorso descansa, sin hablar, en perfecto decúbito supino Y pienso que... Algo debería cambiar, no sé muy bien el qué Me apetece ponerme a gritar y hacérselo ver Algo debería cambiar, No sé muy bien el que y me apetece ponerme a gritar... Agradezco cierto frenesí, esa es la verdad Y ella lo sabe muy bien Y decide voluntariamente no entrar a jugar A correr y correr y correr... Y pienso que algo debería cambiar No daré más detalles, es algo muy difícil de explicar A gente de la calle Algo debería cambiar, no daré más detalle Es algo muy difícil de explicar, cualquier sabe... Pero ella tiene un truco misterioso, una habilidad Para parar el tiempo Y dejarlo suspendido y quieto, Meciéndose en un frágil silencio Y pienso que algo me ha conseguido parar ¡es un milagro! Ahora por fin puedo descansar Y hablar de algo Alguien me ha conseguido parar, es un milagro Ahora por fin puedo descansar a su lado Y entonces aparecen miles de manchas Y motas de polvo que campan a sus anchas Que brillan y hacen del salón un sitio extraño Que rompen la continuidad del tiempo y del espacio Y entonces aparecen miles de manchas Y motas de polvo que campan a sus anchas Que brillan y hacen del salón un sitio extraño Que rompen la continuidad del tiempo y del espacio Y entonces aparecen miles de manchas Y motas de polvo que campan a sus anchas Que brillan y hacen del salón un sitio extraño Que rompen la continuidad del tiempo y del espacio.