Hablaba de cambiar el mundo Soltando el humo, arrepintiéndose después De haber tenido la oportunidad perfecta Y de perderla bajo el techo aquel Te veías bien bajo ese chándal tan vintage Me quedé con las ganas, dulces dieciséis Fue tan amargo verte alguna vez Yendo detrás de lo que no podía tener Espíritu tan libre, tan frágil a la vez Y tú ya no te acordarás De la tarde en la que me crucé contigo en La Latina Qué sorpresa, qué careto que se te ha quedado Me dijeron mis amigos cuando ya no estabas Fue tan amargo verte alguna vez Yendo detrás de lo que no podía tener Estaba escrito por encima de tu piel Espíritu tan libre, tan frágil a la vez