Llevaba puesta esa camisa mía, Blanca y gigante, con la que se paseaba por casa. Se había recogido el pelo y sostenía en la Mano un palito que movía de aquí para allá. Trataba de ejemplificar, una vez más, Su teoría definitiva sobre el universo. Pero la cuestión es que había muerto hacía más de diez años. Ella insistía en que no era un fantasma. Yo le decía que explicara eso. Y entonces cogía el palito y empezaba a Remover el agua sucia de una bañera abandonada. Trataba de ejemplificar, una vez más, Su teoría definitiva sobre el universo. Pero el caso es que había muerto hacía más de diez años. Así que entiendo habrá quien piense que estoy loco. Y me será difícil rebatírselo Teniendo en cuenta mi historial psiquiátrico. No obstante, ¿qué es el amor sino un desequilibrio, Un desorden que pone orden en una realidad tramposa, enmascarada? Lo cierto es que estoy más lúcido de lo que nunca llegarán A estar la mayoría de todos ustedes, y disculpen la soberbia. Pero es que después de tanto tiempo encerrado la Aceptación social pasa a un rotundo segundo plano. Tu futuro deja de generar miedo. Y no se crean: La libertad que este pensamiento Conlleva es de un valor incalculable. También ayuda todo lo que vino después, claro está. Algún día, algún curioso acabará fisgoneando en Un hostal abandonado y encontrará este cuaderno. No servirá de mucho, en cualquier caso, Porque también ustedes pensarán que estoy loco. Ya digo que no pretendo demostrar mi cordura; Tampoco mi inocencia. Si confío en poder compartir estas canciones es por la ayuda que mis Palabras puedan suponer a los que, Y tras un suceso califiquémoslo Extra-normal, llegan a dudar de sí mismos. A los que, tras ver algo nuevo, desconfían de sus ojos; Tras oír una nueva música, Sospechan de su afinación; Tras nuevos pensamientos, recelan de su moral. A los que, en definitiva, tras una locura, Dudan de su cordura. ¿Qué nos hace ser tan insensatos? No pretendo que me crean. Pero es que mi historia es mucho más Entretenida que la que se inventó la fiscalía. Cuando todo lo sucedido quede por fin bien lejos, Estoy seguro podrán darle valor a lo que cuento. Quizá para entonces nadie se sorprenda ya de mi relato. Mientras, considérenlo el desvarío de un superviviente.