Nos enamoramos en la clínica de venereas, Fue un fin de semana de antibiótico y felicidad. Guardamos las formas en la sala de espera, Fuimos a su casa con la excusa de desayunar. Escrita sobre su cama la palabra disoluta. No puedo decir que no se tratase de una señal un tanto evidente, De que ya es tarde para que el amor nos salve. Y aún así no paramos de buscar, No nos rendimos y al final, todo arde, todo arde. Pasarlo bien no siempre es suficiente, Si no se comparte la misma forma de amar. Flotaba sobre su cama, rencor, deseo y culpa. No puedo decir que no pensase que saldría bien con un poco de suerte. Pero ya es tarde, para que el amor nos salve. Y aún así no paramos de buscar, No nos rendimos y al final, todo arde, todo arde. Y aunque es tarde para que el amor nos salve... Y aunque sé que con el tiempo saldrá mal Ya no puedo esperar para volver a enamorarme, para volver a enamorarme, Para volver a equivocarme.