Nuestra señora de Itatí De belleza incomparable En su mundo inigualable Todo es pureza y piedad En sus ojos hay bondad En su imagen hay dulzor Que iluminan su esplendor Hacia la eternidad Hasta ti llegué a implorar Que me impartas bendición Y de rodillas pedir Felicidad y perdón Una promesa ofrecí Y recé, fervientemente Como un hijo creyente De su santa religión ♪ Oh, virgencita de Itatí Consuelo de peregrinos Que cruzando los caminos Van rezando sin cesar En los hogares humildes O el más preciado altar Te veneran siempre igual Con la tierna devoción Hasta ti llega a implorar Que me impartas bendición Y de rodillas pedir Felicidad y perdón Una promesa ofrecí Y recé, fervientemente Como un hijo creyente De su santa religión