Una vez que cortabas el pasto en tu lugar Usabas el rulero de Mabel y entraron los rateros por atrás Del garaje. Debe ser que en esos tiempos estábamos bien Tiramos la moneda sin chistar y entre los montoncitos Me dejé capturar. Teníamos debilidad por arruinar asados Planeabamos la boda y el funeral al rato No nos seducía dormir. Otra vez que tendías las ropa en camisón Con las gafas de sol en la nariz Un rayo te alcanzó y fuiste feliz. Te miré cambiando los adornos de lugar Tanta electricidad te puso a mil Y tuve que salir a comprar más... Veníamos de una excursión al litoral, quemados Teníamos una misión, desatarnos Frotando las muñecas con la pared. Sobraban los márgenes hambrientos Los hombros al descubierto Las alfombras tapizadas de aserrín Los enemigos dentro firmándonos el cemento fresco Las coleaditas sobre el verdín Ojeras maquilladas travesuras depravadas Recorridos dactilares de pasión Maniáticos desfiles de dragones y delfines Postigones martillados con terror... Y una teletransportación de cotillón al parque A treparnos a los ombú y descoser las tardes En tu canasto de mimbre.