Tu rostro de piel caliente y pura de arenales Me dejan su risa amanecida entre sus calles Y tengo diciéndote mi amor un sol que nace En versos desenredandose entre espinillares Quisiera volver en Gere Gere hasta quedarme Prendido en su ilusión que es dueña de la tarde Beberme la luna en el María y que me sane La pena de ser y de no ser que tanto tañe Me espera allá tu paisaje de aplastante viento norte Cuando un lagarto de fiesta anda orillando tus montes Por no abandonar tus calles hice poema tus noches Y te robe un silbo herido por las ramas no se donde Hice rio de tu arroyo hice arroyo de tu estío Y un canto chamamecero para un pueblo que no olvido