Tú, que habitas al amparo del Altísimo A la sombra del Todopoderoso Dile al Señor: "mi amparo y mi refugio En tí, mi Dios, yo pongo mi confianza" Él te libra del lazo Del cazador que busca destruirte Y te cubre con sus alas Y será su plumaje tu refugio No temerás los miedos de la noche Ni la flecha disparada de día Ni la peste que avanza en las tinieblas Ni la plaga que azota a pleno sol Tú, que habitas al amparo del Altísimo A la sombra del Todopoderoso Dile al Señor: "mi amparo y mi refugio En tí, mi Dios, yo pongo mi confianza" No podrá la desgracia dominarte Ni la plaga acercarse a tu morada Pues ha dado a sus ángeles la orden De protegerte en todos tus caminos En tus manos te habrán de sostener Para que no tropiece tu pie en alguna piedra Andarás sobre víboras y leones Y pisarás cachorros y dragones Tú, que habitas al amparo del Altísimo A la sombra del Todopoderoso Dile al Señor: "mi amparo y mi refugio En tí, mi Dios, yo pongo mi confianza" Pues a mí se acogió, lo libraré Lo cuidaré pues mi nombre conoció Me llamará, yo le responderé Y estaré con él en la desgracia Lo salvaré y lo enalteceré Lo saciaré de días numerosos Y haré que siempre pueda ver Mi salvación, mi salvación Tú, que habitas al amparo del Altísimo A la sombra del Todopoderoso Dile al Señor: "mi amparo y mi refugio En tí, mi Dios, yo pongo mi confianza" Tú, que habitas al amparo del Altísimo A la sombra del Todopoderoso Dile al Señor: "mi amparo y mi refugio En tí, mi Dios, yo pongo mi confianza"