Tras un largo camino Nos encontrábamos congregados Entre el frío y el miedo Que impedía mi oración, perseveraba Pues, un mismo espíritu Acompañaba mi misión Era María, la madre del Señor Unidas nuestras almas En la soledad de abandono Con duda y confusión Ante la ausencia de tu voz conocida Y un fuerte ruido despertó nuestro sueño Aquel soplo sobre nosotros, el espíritu de Dios Aparecen impetuosas Llamas de fuego y de luz Para inundarnos de espíritu y paz Ven, espíritu de Dios Llena mi alma, llénala hasta rebosar Que no me canse de hablar Que es urgente proclamar Que la historia se repite Todo pueblo reconozca tu mensaje de amor Que no me canse de gritar Que no te has ido, que hoy y siempre estás aquí Hoy todos repartidos Hemos de salir a cada pueblo Y dar ese mensaje, mensaje de verdad De salvación Derramaré mi Espíritu Sobre mis hijos y mis siervos Todo el que invoque mi nombre en mí estará Y el lenguaje se hace uno Hoy todos pueden entender Pues, nuestras voces se convierten en tu voz Ven, espíritu de Dios Llena mi alma, llénala hasta rebosar Que no me canse de hablar Que es urgente proclamar Que la historia se repite Todo pueblo reconozca tu mensaje de amor Que no me canse de gritar Que no te has ido, que hoy y siempre estás aquí